Quiero comenzar este ensayo contando lo que me paso hace unos días. Fue el 6 de septiembre de 2011 cuando fui a recoger a la secretaria de derecho un aparatito llamado clicker. Mientras esperaba a que me lo configuraran, vi que la persona que me atendía, tenía unas fichas con los nombres de los signos del zodiaco. Nunca he creído en este tipo de cosas, siempre lo he visto como un negocio, pero la curiosidad es la curiosidad, y me puse a leer. La primera ficha describía a las personas que eran consideradas Leo. Decidí buscar la que me describiría a mí, según las fechas del zodiaco yo soy capricornio. La leí y me quede bastante perplejo. Pienso que todo lo que decía sobre mí no podía ser verdad. Unas de las características era ser malvado.
Esta ficha nos describía como personas estables, seguras y tranquilas. Podría ser una primera descripción de mi bastante acertada, suelo ser muy tranquilo. Soy una persona que en general le gusta tomarse la vida con tranquilidad, sin muchas prisas, pero lo de malvado sigo negándolo rotundamente. No suelo alterarme ni tener momentos de “bajón” y “subidón”. La ficha seguía describiendo.
Lo siguiente era que se nos considera personas trabajadoras, responsables, prácticas y dispuestas a persistir hasta que sea necesario para conseguir su objetivo. Sinceramente, me entro la risa con la primera descripción, “trabajadores…”. Si con algún adjetivo me han descrito más veces los que me conocen es con ser vago. Ser vago hasta el punto de haber utilizado el ascensor de la facultad de derecho. El resto de la descripción, si me considero. Soy de aquellas personas que hasta que no consigo lo que quiero no descanso. En el sentido práctico también, seguramente para ahorrar esfuerzos y tiempo. Alguna ventaja tendría que tener ser vago…
Seguía describiéndome como una persona fiable, que les encanta la música. He de reconocer que cuando leí lo de que nos encanta la música me quede impresionado, porque me puedo pasar muchas horas al día escuchando música. Suelen ser personas justas, tienden a veces hacia el melancolismo y al pesimismo. Aquí ya no estaba de acuerdo, porque lo de ser pesimista no es verdad. Si me considero afectivo, y que dependo mucho de mis amigos mi familia y mi entorno. Pero no soy de esas personas que ven los días grises o que cuando andan van contando baldosas. La ficha destacaba como una de sus principales características la generosidad. No sé hasta qué punto seré generoso o no, tampoco es que me hayan dicho que sea “rata” a lo que denominamos por una persona egoísta en este lenguaje que usamos actualmente.
Nunca he creído en los signos del zodiaco y en que por haber nacido en un mes determinado vayas a ser de una forma u otra, pero me ayudo a parar a pensarme a como era yo, cosa que desconozco que hubiera hecho alguna vez. Creo que una de las preguntas más difíciles a las que me he enfrentado puede ser esta, ¿quién soy? ¿Cómo soy? Y a las que sinceramente aún no sé qué decir exactamente. Puedo describir mi forma de actuar de cara a los demás, mis defectos o mis virtudes. Pero creo que aún me faltara mucho por saber cómo soy.
Me queda decir que nací en Madrid. Lo de nacer en Madrid tiene su importancia citarlo. A veces con el hecho de decir de dónde eres, ya dices mucho de tu forma de ser. En cuanto a la edad, de los veinte años que tengo, diecisiete los he pasado en la capital y tres en Pamplona. Debido a que la mayoría de mi familia es jurista, no me quedo mucha opción a la hora de elegir carrera. Como tampoco doy para mucho más aquí lo dejo.
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